Confiando en los Planes de Dios
Cuando Dios está dispuesto a bendecirnos, a arreglar las situaciones de acuerdo a como él dispuso con nuestras decisiones, nuestras angustias, nuestra desesperación. Hacemos que se detenga.No vamos a poner nervioso a Dios tratando nosotros de arreglar las cosas. No se va a asustar Dios, porque como él no ha hecho lo que nosotros esperamos, vamos a arreglarlo nosotros y él no se va a asustar. Él dijo, él determinó y va a suceder.
Por eso es importante que en medio de cualquier situación que nosotros no entendamos, nos atrevamos a preguntarle a Dios. ¿Qué está pasando? Dios, por favor, muéstrame lo que necesito hacer. Es necesario, ¿por qué razón, hermano? Porque a veces nosotros tenemos posibilidades, tenemos recursos, tenemos amistades, tenemos medios, tenemos formas.
Pero hermano, puede ser que las formas y todo pueda ser que Dios las vaya a usar en algo. Pero Dios tiene sus planes, Dios tiene sus proyectos. Por eso es que nosotros tenemos que ver lo que no entendieron los judíos cuando Jesús vino, de una forma secreta, misteriosa.
No entendieron, porque la Biblia dice que él va a venir y lo están esperando. Y la Biblia dice que va a venir en caballo blanco y va a venir y va a venir con espada desenvainada, va a venir. Pero hermano, ellos no entendieron las profecías que dijeron de que primero iba a venir como cordero, que primero iba a venir como sufriente. Hermano, no lo entendieron. Y ellos, cada vez que alguien se levantaba con alguna insinuación de que era el hijo de Dios, lo procesaban.
Ahora nosotros tenemos que ver que para nosotros, Dios tiene planes maravillosos. Ha leído usted, en la Biblia, en el libro de Jeremías, que dice porque yo sé los planes que tengo para vosotros.
¿Ha leído usted? si Dios sabe los planes que tiene para nosotros, son buenos, son de bien. Pero no tenemos que angustiarnos, no tenemos que tomar decisiones que nosotros queremos, porque no.Hay gente a la cual Dios alguna vez la tiene en alto y la hace descender y descender y descender.
Y hay gente que toca a fondo.Y sigue orando, sigue invocando a Dios. Señor, dime qué hago, señor, cuál es el propósito? Condúceme a lo que tú quieres que yo haga, señor.
Y muchas veces Dios no contesta de la manera que nosotros queremos que Él conteste. Muchas veces Dios no contesta en el momento que nosotros queremos.El problema, se está agrandando.
El barco se está hundiendo.Pero si él dijo yo te guardo en el hueco de mi mano, Dios te guarda en el hueco de su mano. Y dice la Biblia que contra nosotros nadie podrá prevalecer porque Dios está con nosotros.
El apóstol Pablo lo dijo. He aprendido a vivir cualquiera que sea mi situación, cualquiera.
Cuando se empieza a sentir difícil es cuando uno está abajo. Y está abajo. Hermano, y ¿sabe qué es lo tremendo? Que toda la gente nos ve bien.
Todos nos miran que estamos bien, pero a veces solo nosotros estamos llorando nuestro dolor por dentro. ¿cuál será el dolor? ¿Cuál será la angustia? No lo sé, pero de una cosa sí estoy seguro que Dios sí lo sabe y él va a ver qué es lo que hace. Mire, hermano, en este caso me llama la atención la vida de Gedeón.
Usted lo ha leído:Estaban los moabitas, estaban los filisteos y no sé quiénes más estaban. Era terrible, hermano.Y Dios le dijo, Gedeón, vas a liberar a este pueblo.Y cuando vio Gedeón, el montón de gente dijo, Dios mío, es tanto. Pero dijo, llama a todo el pueblo.
Le dijo Dios, llámalos y concéntralos. Y van y se juntan. Usted lo sabe, 34,000 personas creo que se juntaron.Y listo, vamos a pelear. Y todavía mira Gedeón y dice, ay Dios, con eso. No, no, no vamos a poder pelear porque ellos son muchos.
Dios trabaja en formas sobrenaturales. Un niño enfermo, hermano. Mire, cuando hay un niño enfermo, lo que Dios quiere mostrar en la familia es cómo está nuestra fe. Lo que Dios quiere mostrar, hermano, en nosotros es qué tanto confiamos en Dios. El niño está enfermo. Va a pasar lo que Dios quiera que pase.Mi hermano es triste y doloroso. Perdone que sea tan cruel yo para decirle esto, pero algunas veces la criatura tiene que morir. Está en los planes de Dios.Su plan es ese. Hermano, se llora, la persona llora, sufre, se desgarra, pero sabe decir Dios sabe lo que está haciendo.
Usted vio en el caso del rey David, él oró y ayunó siete días tirado al suelo, boca en tierra,, para ver si Dios lo oía. ¿Sabes de quién era el rey David? Dice la Biblia que era el amigo de Dios, el dulce cantor de Israel.
Hermano, a veces queremos que ore por mí, el hermano fulano, la hermana fulana y el poder que Dios te ha dado a ti. Está bien que llames al hermano, la hermana, a quien tú quieras para apoyo, porque necesitas aprender, porque necesitas desarrollarte, etc. Pero la confianza tiene que ser que Dios está en mí.
Refúgiate si a veces en tu debilidad no quieres decirle que necesitas ayuda. Al menos usa la palabra Edith, porque la Biblia dice que dos son mejor que uno. Y después voy a invitar al hermano, voy a invitar a la hermana, voy a invitar a quien sea, pero que sea bajo la dirección de Dios.
Porque a veces invitamos a hermanos chismosos. Hay hermanos chismosos o hermanas chismosas. Nosotros lo que tenemos que ver es que voy a buscar la dirección de Dios, la dirección de Dios, con quién me apego, a quién busco, quién me ayuda.
Yo sé que al hermano le gusta orar, a la hermana le gusta orar y no me va a preguntar ¿y por qué? Cuando le llegue a preguntar, Cuando usted diga, hermano o hermana, quiero que por favor me ayude a orar, dígale, amén, vamos a orar, vamos a ponerlo en las manos de Dios.
Porque quiero decirle, ustedes humanos, ustedes de carne y hueso, usted siente y agradece, a usted le va a llegar el temor. Al único que no le llegó el temor, si lee toda la Biblia, fue a Jesús. De ahí para allá todos, todos, hermanos, de una u otra manera, los que Dios usó para escribir la Biblia, tuvieron temor.
No se han fijado, cuando nuestros problemas son grandes, decimos, y algunos ya ni nos salen o qué. Mire, nosotros tenemos que ver, nuestra vida está en Dios, en las manos de Dios. Mire, si no nos pasó nada, si no nos pasó, ninguna tragedia grave, gravísima, cuando no conocíamos a Dios, cuando andábamos perdidos en nuestros delitos y pecados, cuando no nos sucedió nada, que el diablo tenía la libertad de agarrar, cierta libertad de agarrar con nosotros, no lo permitió Dios.
Ahora, hermano, que la sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado, que nuestros pecados fueron clavados en la cruz de Calvario y que estamos esperando al cordero de Dios y que le damos gloria al Señor. Nos va a ir bien, aunque se mire mal, nos va a ir bien, aunque se crea que está mal. Va a haber luz en medio de las tinieblas porque Dios está con nosotros.