Un Propósito Más Allá del Entendimiento
Nosotros no entendemos lo que Dios está haciendo con nuestras vidas. Todos lo miramos como dolor, todos lo miramos como tristeza, todos lo miramos como a mí, ¿por qué? Pero, Dios tiene un plan.
La verdad que a veces oímos mucho el murmurar de la gente, que la gente dice, que la gente opina, que la gente sugiere, pero ¿por qué no oímos la voz de Dios? Mira, en este caso quisiera hablar acerca de Manoa y su mujer, la mamá de Sansón. Dios le dijo a la esposa de Manoa, de que es estéril. Y usted conoce el pasaje, yo sé que usted conoce la historia de Sansón.
Se le aparece el ángel del Señor, y le dice, eres estéril. Supongo que en esos tiempos en Israel cuando esta mujerera estéril, era bastante doloroso, era sufriente, porque la mujer en ese tiempo cuando era estéril, la ponían peor que nada. Si de hecho la mujer no tenía valor en las culturas pasadas. Menos, sabiendo que era estéril.
Yo he oído en lugares que le dicen inútil. La juzgan en lugares, hermano, de una forma bien fea. Tan inútil que ni para eso sirves, les dicen. Ahora, yo quiero que veamos en el tiempo, en el cual se le presenta el ángel de Jehová a esta mujer, y le dice, yo sé que eres estéril, pero vas a tener un hijo. Y se acercaba la señora, no dice su edad, pero se acercaba asombrada, un hijo sí, y no vas a pasar navajas sobre su cabeza, no vas a tomar vino ni sidra, y le dio instrucciones. Hermano, la mujer se quedó asombrada, llegó a buscar al esposo, el ángel se fue, y toda una experiencia que ella platicó, ella le dijo al ángel de Jehová, perdón, le dijo a ella, si el ángel de Jehová apareció, pidámosle a Dios que vuelva a aparecer, que nos diga cómo vamos a criar al niño.
Y me llamó la atención, hermano, ver que uno dice, ¿por qué me sucedió a mí? ¿Por qué me pasa a mí? Si imagínate, esta mujer sabía que no podía tener hijos. La ilusión de una gran mayoría, de mujeres es ser mamá.
A esta mujer no solamente le dicen que va a ser madre, sino le dicen cómo criar al niño. Y usted sabe que el pasaje habla, que lo cuenta, de que lo crio como le dijeron que lo hiciera, lo crio de la manera, como el orden que hizo, pero llegó un momento en el cual, el niño se descarría, el muchacho, ya de muchacho agarra otras costumbres, otras direcciones. El papel de la mamá fue excelente, el papel del papá fue excelente, pero hermano, ¿dónde pasó el problema? ¿Dónde sucedió el problema? Lo que quiero que veamos, hermano, es que Dios anunció el nacimiento de Sansón y cómo debía de ser criado e instruido, pero el que Dios hable y diga algo no garantiza lo que nosotros queremos, creemos o nos imaginamos.
Dios todo lo viene trabajando, nació Sansón, lo prepararon, lo formaron, lo llevaron, y hubo un tiempo en el cual Dios vio que era necesario usar a Sansón, y lo usa de una manera que de verdad, la verdad cuando uno lo empieza a leer, no está buena, porque usted ve en el versículo uno, dice que Sansón se enamoró de una mujer de Timnab, y que le dijo a sus papás, quiero que me la vayan y la pidan para mí, etcétera, pero lo que quiero que veamos es que pareciera que el papel de los papás lo hubieran hecho mal. Ahora, quiero que veamos, nadie hace nada mal, sino que, tenemos que ver que hay un diablo que el Señor lo reprenda, que anda como león rugiente viendo a ver a quién devora. Por eso es importante, hagamos las cosas que a nosotros nos toca que hacer, el resto dejemos que Dios lo haga.
Nosotros debemos tener la confianza de que reposemos en Dios. Yo hice lo que a mí me tocaba. El resto Dios lo va a hacer.
Pasaron los años, Sansón lo orientaron, lo dirigieron, y de repente se le metió de que estaba enamorado de una mujer filistea. A él le hablaron, incluso los papás le dijeron queremos o quiero que vayan y la pidan por mujer para mí. Los papás le dijeron, hijo, ¿pero acaso no hay mujeres hermosas en medio del pueblo de Israel? Mira, yo quiero eso.
Los planes de Dios nosotros no los entendemos. A veces nos toca doler o sufrir. A veces nos duele saber, que las cosas de Dios no las entendemos. Que no entendemos porque hay ocasiones en que estamos tan gozosos, deseosos de alabar a Dios, de adorar a Dios, y hay momentos en los cuales no podemos. Sentimos que nuestra oración no levanta, que nuestro clamor no llega, que algo está estorbando. Hermano, ¿por qué Dios quiere ver en nosotros qué hacemos? Si, por ejemplo, en este caso los papás de Sansón se hubieran opuesto a tal grado que no hubieran ido, no sé qué hubiera sucedido porque entonces no hubiera, la Escritura no continuara como está.
Lo que quiero que veamos es de que hay planes que Dios tiene que no entendemos. ¿Por qué, en el crecimiento, en la madurez, ¿por qué en nuestra vida como creyentes, como hijos de Dios tenemos muchas preguntas? Yo no sé si usted tiene preguntas en su vida, pero debiéramos de tener preguntas. Por ejemplo, de verdad, ¿por qué me va como me va? ¿Dónde me equivoqué en la vida para no alcanzar aquello que decía hacerlo? ¿Por qué fue que me equivoqué en casarme muy joven? ¿O por qué fue que me casé muy maduro? ¿O por qué fue que no estudié? Tantas preguntas que hay, pero, hermano, preguntas que también.
¿Será que Dios tenía un propósito? Ahora, nosotros no sabemos cuál es el propósito y el plan de Dios con nuestra vida, pero sí podemos averiguarlo, sí podemos saber. Si tan solo le preguntamos y le decimos, Señor, Señor, ¿qué quieres de mí? ¿Qué hay para mí? Que empecemos a conocer la relación con Dios. ¿Sabe cuándo es cuando invocamos mucho a Dios? Cuando tenemos problemas.