La Prueba de Nuestra Fe: Reflexiones Sobre el Sacrificio y el Amor de Dios
En nuestra vida cristiana, uno de los mayores desafíos es encontrar el propósito de la palabra de Dios y entender su profundidad. El apóstol Pablo expresa en Filipenses 1:21: "Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia." Esta declaración nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado de vivir para Cristo y la aparente paradoja de encontrar ganancia en la muerte. Sin embargo, aunque reconocemos que la muerte nos lleva a la gloria de Dios, muchas veces no estamos listos para enfrentarla. Las pruebas que enfrentamos nos ayudan a madurar en la fe y a comprender el valor de las cosas de Dios.
El Costo de la Salvación
Es común escuchar opiniones como: "Qué lástima que el plan de Dios no salió como él quería, porque Jesús murió en la cruz." Sin embargo, esta percepción no podría estar más alejada de la verdad. La muerte de Jesús fue el cumplimiento perfecto del plan divino para nuestra salvación. Por gracia y misericordia, la salvación fue comprada para todos nosotros a un precio muy alto: la sangre de Cristo. Como cualquier cosa de gran valor, la salvación no es barata. De la misma manera que un par de zapatos de alta calidad tiene un costo elevado, nuestra identidad como hijos de Dios también fue adquirida a un precio incalculable.
El apóstol Juan nos llama "carísimos", reconociendo el inmenso valor que tenemos debido al sacrificio de Cristo. No buscábamos la salvación, pero Dios, en su infinito amor, nos alcanzó y nos hizo ver nuestra necesidad de Él. Ahora, como cristianos, nuestros nombres están escritos en el libro de la vida, no por nuestros méritos.